Leemos con atención la entrevista a Joan Mercant, director general de Pesca i Medi Marí del Govern de les Illes Balears, publicada en la edición de septiembre de Gaceta Náutica en la que aclara a la sociedad que el objetivo de las Reservas Marinas de Interés Pesquero no es la protección medioambiental sino la protección de la pesca profesional. Sin embargo, no deja de sorprendernos el concepto de selectividad que defiende el director general.
El uso del verbo “matar” al hablar de selectividad pesquera nos parece poco apropiado por reduccionista. Pescar es mucho más que matar un pez, hay que saber buscarlo, encontrarlo, capturarlo, luego matarlo, y para los pescadores recreativos limpiarlo, cocinarlo y disfrutarlo con la solemnidad que merece.
Otra cosa más grave es crear una definición ad-hoc de selectividad para defender una postura o justificar las medidas políticas discriminatorias que desde hace tiempo el director general emplea con el colectivo de la pesca submarina.
Si hacemos una búsqueda bibliográfica es sencillo encontrar la definición de selectividad ligada a los métodos de pesca y a ella nos remitimos.
La FAO, la agencia de la ONU para la Alimentación y la Agricultura, en su documento técnico de pesca 424, titulado Guía del administrador pesquero nos regala el capítulo 5: “SELECTIVIDAD DE LOS ARTES Y EFECTO DE LA PESCA SOBRE EL ECOSISTEMA”. En este apartado concreto, la FAO define así la selectividad:
“La selectividad de ciertos métodos de pesca depende de su capacidad de seleccionar la especie deseada («objeto de la pesca») y las tallas de peces de una variedad de organismos presentes en el área donde se desarrolla la pesca”
El mismo artículo ofrece una clasificación sobre los grados de selectividad de los distintos artes de pesca, pasivos y activos, atendiendo a los efectos sobre el ecosistema. Para ello evalúa siete aspectos (ver tabla) y los puntúa de 1 a 10, siendo 1 (no favorable) y 10 (favorable). Como puede observarse el arte de pesca con un índice de efecto sobre el ecosistema más favorable es “Lanza, arpón” con una puntuación de 8,4.
Estimación generalizada de los efectos de la pesca sobre el ecosistema de los diferentes métodos de pesca - en una escala del 1 (no favorable) al 10 (favorable) con respecto a los diferentes factores relacionados con el ecosistema
Tal y como dice Joan Mercant en la entrevista publicada por Gaceta Náutica, las reservas marinas son de interés pesquero y no de interés ecológico ni medioambiental.
Sobre el tema de los intereses personales del director general de Pesca en el sector solo hay que echar un vistazo a su curriculum para ver que nació en una familia de pescadores y que desde su juventud se ha dedicado a la pesca profesional. Ha desempeñado cargos como presidente de la cofradía de Cala Rajada, miembro de la ejecutiva de la Federació Balear de Confraries de Pescadors y vicepresidente del consejo de administración de Opmallorcamar, la entidad que agrupa a todos los propietarios de barcas de pesca profesional de Baleares.
La vinculación de Joan Mercant con la pesca profesional es objetiva y, en nuestra opinión, sí que muestra un evidente favoritismo por esta actividad que perjudicará a la pesca recreativa.
El director general de Pesca ha conseguido vendiendo humo que los políticos de nuestros municipios se peleen por convertir en reservas marinas su trozo de costa. Su intención, al parecer, es salvaguardar el futuro de la pesca profesional. Sin embargo, a día de hoy solo se consume el 20 por ciento de las capturas de Baleares y el 80 por ciento restante se compra fuera de las islas, mientras los pescadores reciben subvenciones para mantener las embarcaciones y poder seguir trabajando.
¿Para qué se crean las reservas marinas en profundidades inferiores a los 50 metros? ¿Por qué no se amplía la zona de reserva hasta los 100 metros, por ejemplo? La pesca de arrastre se puede realizar a partir de los 50 metros y 1 milla de la costa, no decimos más.
Hay modalidades de pesca recreativa que se ven completamente desplazadas de todas las reservas como la pesca submarina
Prohibiendo la pesca submarina en las reservas marinas, se han quitado cientos de ojos que pueden ver descartes de la pesca profesional, redes enganchadas en el fondo que siguen pescando, emisarios en funcionamiento, desagües directos y otros muchos atentados medioambientales.
Desde Stop Falsas reservas pedimos que se tenga en cuenta la pesca recreativa como un motor impulsor para la economía de las islas y para el turismo de calidad.
Apoyamos la creación de reservas marinas de interés medioambiental en las que nadie pueda pescar y en las que no haya ninguna actuación por parte del hombre, emisarios incluídos.
Apoyamos la pesca recreativa bien legislada y basada en criterios científicos. Allí donde pesca un profesional puede pescar un recreativo. Es perfectamente compatible.
Solicitamos una mesa de dialogo continuada entre el gobierno, pesca profesional y pesca recreativa.
No entendemos como en Baleares, islas de gran atracción turística, se facilite información tan importante como la normativa de pesca recreativa, en castellano y catalán, dejando de lado idiomas tan internacionales como el inglés, francés, alemán, italiano…
Por último, invitamos a Joan Mercant, técnicos y demás personal de la Conselleria a compartir una jornada de todas las modalidades de pesca recreativa para que conozcan de primera mano estos deportes y entiendan mejor lo que están legislando.