Cadáver hallado flotando cerca de Cabo Blanco en 2020, probablemente de un inmigrante ilegal.
Los patrones de las pateras llegadas a Baleares en la última oleada, detenidos por la policía bajo la acusación de favorecimiento de la inmigración ilegal, han coincidido durante sus declaraciones ante la autoridad judicial en la descripción de las duras condiciones a las que están sometidos los migrantes en los días previos al inicio del viaje, cuando son confinados en barracas cercanas a las playas y advertidos de las fatales consecuencias que puede acarrearles la identificación de los miembros de la organización.
Antes de embarcarse, los migrantes irregulares son custodiados por personas armadas con machetes. La mayoría de los que han llegado a ese punto proceden de otros lugares de Argelia, pero también los hay de origen subsahariano. El billete cuesta hasta 2.500 euros, pero no ofrece mayores garantías de seguridad que las propias de una embarcación sin cabina, sobrecargada y propulsada por un motor fuera borda de 40 CV. Hay cifras oficiales de las personas que llegan a las costas del archipiélago (2.570 en 2022, la mayor de la historia), pero no de las que se quedan por el camino. El mar, en su inmensidad, tiene la capacidad de borrar el vestigio de cualquier tragedia.
Los detenidos aseguran no formar parte de la organización; simplemente son instruidos en el manejo de la embarcación. Al resto de los tripulantes se les asignan otras funciones, como controlar el GPS o repostar el motor con bidones de gasolina. Según su versión, el hecho de llevar el timón es casual y no cabe entenderlo como prueba de su vinculación con las mafias que controlan el tráfico de seres humanos. Las pateras zarpan de las playas de Argelia con un miembro de organización criminal a bordo. Esta persona, encapuchada para no ser reconocida, distribuye los distintos roles y es recogida a las pocas millas por otra lancha.
A partir de ahí, siempre según los testimonios de los arrestados, los migrantes tienen que poner rumbo norte y alcanzar las costas de Baleares por sus propios medios. Las travesías se suelen llevar a cabo coincidiendo con situaciones anticiclónicas. La antigua ruta del contrabando se puede realizar en algo más de 24 horas si la mar esta plana. En caso contrario, las frágiles embarcaciones se exponen a zozobrar sin dejar rastro.
Las declaraciones de los patrones detenidos serán cotejadas con la versión de tres testigos protegidos. La Fiscalía de Baleares se ha mostrado decidida a endurecer las medidas judiciales contra los sospechosos de organizar los viajes con el ánimo de disuadir a las mafias. Los abogados de oficio que se han hecho cargo de las defensas de los timoneles de las pateras no consideran, sin embargo, que sus versiones sean descabelladas, dado el perfil de algunos de los detenidos.